Presa política sale después de 8 años en la cárcel por un hurto

La presa política anarquista Noelia Cotelo sale hoy de la cárcel tras 8 años de vejaciones en las instituciones penitenciarias españolas. En este programa de radio, su madre relata las injusticias que sufrió en prisión: https://archive.org/details/19OctZgzNoeliaCotelo

Ha sido una presa política valiente que ha resistido innumerables torturas en prisión. Fue condenada por un hurto un año y medio, que se ha prolongado por denunciar las injusticias que sufría en la cárcel: abusos sexuales, humillación, palizas, amenazas de muerte...

¡Solidaridad con todos los incontables presos políticos!

Pensar es peligroso para los Estados Unidos

Los Estados Unidos de América deniegan a Craig Murray sin motivo la entrada en el país.

Craig Murray fue embajador de Reino Unido en Uzbekistán, pero fue destituido por criticar las torturas sistemáticas realizadas en ese país. Según cuenta en su sitio web, «las únicas posibles justificaciones para esta negación de entrada es que he escrito en contra del neoliberalismo, de ataques contra las libertades públicas y contra políticas exteriores neoconservadoras. Las personas en la conferencia de Washington [la conferencia a la que tenía previsto asistir] no podrán escucharme hablar ahora». Concluye irónicamente diciendo, «¡Es demasiado para la tierra de lo libre!».

"Plainly ideas can be dangerous. So much for the land of the free!". —Craig Murray

Barras bajas entre números grandes en Python

A partir de la versión 3.6 de Python se podrán escribir barras bajas entre números grandes. Está mejora (PEP 515) fue propuesta por Georg Brandl y Serhiy Storchaka.

¿Para qué querría alguien escribir barras bajas entre números? Para mejorar la legibilidad. Compara print(1000000) con print(1_000_000). Si lees el segundo print, podrás distinguir claramente que el número es un millón; sin barras bajas es más difícil.

No escribáis espacios a final de línea

Este artículo va dirigido a programadores y a personas que editan texto sin formato. Los espacios a final de línea son algo molesto e inútil cuando la gente los pone sin pensar. Muchas veces porque no utilizan un buen editor que les señale dónde hay espacios a final de línea.

Textos a final de línea resaltados en Vim
Así veo yo los espacios a final de línea

A continuación, expongo algunas de las razones por las que son un problema:

  • Hacen que el tamaño de los archivos sea mayor.
  • Hacen difícil la navegación por el código. Por ejemplo, cuando pulsas la tecla Fin, lo que esperas es llegar a la última letra de la línea. Si el código o el texto que estás editando tiene caracteres al final de línea, puedes acabar varios espacios detrás del texto que quieres editar.
  • Pueden ocasionar errores muy difíciles de detectar. Por ejemplo, en Python,
    print('Hola\
        Mundo')
    

produce un error.

  File "", line 1
      print('Hola\
                ^
  SyntaxError: EOL while scanning string literal
  • Si introduces espacios a final de línea, estás cambiando el contenido del fichero innecesariamente. En la mayoría de sistemas de control de versiones esto es algo muy difícil de ver y puede generar problemas.

La mayoría de editores de texto permiten solucionar este problema. Si utilizas Vim, puedes eliminar todos los espacios a final de línea de un fichero con la siguiente orden: :%s/\s\+$//e.

Probablemente haya alguna razón más para no usar espacios de línea que tú conozcas y yo no conozca. Dímela en los comentarios para que la añada a la lista de razones de este artículo y cuéntame los problemas que te han ocasionado los espacios al final de línea.

¿Por qué el software privativo va en contra del espíritu educativo?

El software privativo no forma parte del conocimiento de la humanidad, porque ni siquiera se puede estudiar: permanece secreto y restringido.

La cooperación con el software privativo también está restringida. No puedes compartir sin incumplir la ley. Al no poder estudiar el código fuente, no se pueden realizar modificaciones ni averiguar cómo funciona.

La compañía de software o el particular es quien tiene el poder; no el usuario. En cualquier momento pueden dejar de desarrollar la tecnología, deshacerse de ella, subirle el precio, utilizarla para espiarte... En resumen, dejas de tener el control: estás en manos de la buena voluntad de una empresa.

Si nos centramos en el aprendizaje de programación, por ejemplo, observamos que con software privativo es prácticamente imposible. Los programas privativos impiden la colaboración de los usuarios y programadores en su diseño y desarrollo. Por lo tanto, no puedes hacer siquiera una pequeña modificación a un programa. No se aprende a programar realizando ejercicios simples y sin sentido, sino modificando software y colaborando con proyectos reales.

Las empresas de software privativo tienen mucho interés en hacer llegar sus productos a las escuelas para inculcar una dependencia hacia ellos, por eso muchas veces los dejan gratis o a un precio muy reducido. No hacen un favor a los alumnos, al contrario. Cuando a un alumno le inculcan una dependencia hacia el software privativo, le están haciendo débil frente a corporaciones cuyo único fin es aumentar sus beneficios a cualquier precio. Los alumnos que quieran aplicar lo poco que han aprendido tendrán que gastar mucho dinero para poder utilizar productos a los que dichas empresas den soporte; aún así, nunca sabrán cómo funcionan.

La conclusión que podemos alcanzar es que el software privativo es completamente incompatible con la buena educación y con la libertad de los alumnos.

También porque las escuelas deben enseñar el espíritu de buena voluntad, el hábito de ayudar a los demás a tu alrededor, cada clase debería tener esta regla: estudiantes, si traéis software a la clase no podéis guardároslo para vosotros. —Richard Stallman